miércoles, 6 de enero de 2010

El día que Reynoso dejó Alianza y se fue a la 'U'

El día que Reynoso dejó Alianza y se fue a la 'U'
9:02 | En los primeros días de enero de 1993 se concretó la “traición” más grande de nuestro balompié: el “Cabezón” dejó Matute para firmar por su archirrival crema. Conozca los detalles de la increíble negociación y otras dos historial imperdibles

Por Daniel Peredo

I. Enero de 1993.
La selección de Vladimir Popovic se concentró en El Pueblo preparando la Copa América y las Eliminatorias. Después de un entrenamiento, Juan Reynoso solicitó permiso para asistir a la presentación de Alianza. Reynoso llegó a Matute, pero evitó tomarse la foto oficial con el plantel. “Todavía no firmo la renovación de contrato”, explicó y retornó a Santa Clara.

Días después, directivos aliancistas fueron hasta la concentración nacional llevando el documento. El ‘Cabezón’ estuvo de acuerdo con el nuevo contrato, aunque les recordó que había una deuda anterior.

–Esa deuda la vamos a cumplir.

–Lo sé, pero es mejor poner por escrito que me deben.

–Juan, no puedes dudar de la palabra de ‘Beco’ Espantoso.

Los directivos se incomodaron y cortaron la charla. Esta conversación trascendió y el doctor Jorge Alva, médico de la selección y Universitario, llamó al presidente crema Jorge Nicolini.

–Don Jorge, parece que Reynoso no renueva con Alianza.

Jorge Nicolini y Alberto Espantoso eran amigos. Terminada la concentración, Reynoso vuelve a Lima y se reúne con el titular aliancista. Sin embargo, a Espantoso le contaron que el futbolista había ‘dudado’ de su palabra, y lo recibe mal. No hubo acuerdo. El capitán de Alianza cerraba su ciclo en el club. Temeroso de que su relación con Espantoso se deteriorara, Nicolini encarga al tesorero Raúl Montoya la negociación. Apenas se enteró de que Reynoso no seguía en Matute, Montoya lo buscó, hizo una oferta y llegaron a un acuerdo. Luego, lo llevó a Chincha, a la casa de verano de Nicolini, para que cerrara el contrato, pero don Jorge quiso mantener las formas.

–‘Beco’ es mi amigo, que el contrato lo firme Alfredo González, que también está autorizado.

El acuerdo se conoció en la prensa y los directivos de Alianza comenzaron a presionar a los de la ‘U’ con haberlos traicionado. Nicolini ordenó que el documento se rompa y no haya contrato. Montoya se le confesó a Reynoso.

–De acuerdo, entonces me voy a Cristal, porque me llamó el señor Lombardi, inventó una estrategia el ‘Cabezón’.

La ‘U’ y Cristal debían jugar por la Libertadores y los cremas no querían potenciar al enemigo. Se creyeron la historia, volvieron a llamar al jugador y redactaron un nuevo contrato. Finalmente, Juan Reynoso y Alfredo González firmaron en la oficina del ‘Gordo’ en la avenida República de Panamá.

II. 26 de diciembre de 1995.
Universitario y Alianza se concentran para definir, al día siguiente, la clasificación a la Libertadores. El técnico crema Sergio Markarián y el capitán Roberto Martínez no se hablan hace meses. Según Martínez, el entrenador sospechaba de él cuando pedía permiso para visitar a su madre enferma. El maldito cáncer se la llevó y el futbolista quedó resentido con el DT.

La noche previa al clásico, Markarián reunió al plantel y al presidente González.

–Señores, renuncio, conocen de mi mala relación con el futbolista más importante del equipo y temo que el resto se ponga de su lado y no juegue como debe.

Martínez saltó hasta el techo.

–Jamás puse a un compañero en tu contra; en todos los partidos me saqué la m… por el equipo.

La situación se puso tensa y Alfredo González quiso bajarle el tono.

– No jodas, pues, Sergio, ni que Martínez fuera Maradona para influenciar tanto. Además es su último partido y se va de luna de miel con Gisela.

Markarián no daba marcha atrás. No era la primera vez que amenazaba con irse. ‘Camioneta’ Olivares y Alexis Ubillús decidieron hablar.

–Profe, Roberto siempre nos pidió ir para adelante. No sea injusto.

Entre todos convencieron al uruguayo de que quede. La ‘U’ ganó la definición con gol de Martínez. En el festejo, Roberto corrió al banco para abrazar a los suplentes y observó salir a Markarián con los brazos abiertos. Frenó, dio media vuelta y celebró en norte.

Martínez se alejó del fútbol y Markarián renovó para la Copa. Apenas cuatro partidos después, renunció definitivamente.

III. Descentralizado 1980.
Concentración de Alianza Lima antes de un clásico de domingo. El técnico, el paraguayo César Cubilla, dejó a los jugadores en libertad de escuchar misa, pero ordenó el almuerzo al mediodía. El menú era el habitual: tallarines rojos con pollo, ensalada, limonada y postre.

Todos los futbolistas terminaron sus alimentos y esperaban comer el dulce para volver a descansar. El mozo apareció con las dulceras llenas de rodajas de piña al jugo.

El defensor Moisés Palacios, conociendo lo cabulero que era Cubilla, le pasó la voz de inmediato.

–Profesor, ¿ya vio qué hay de postre?

Cubilla se impulso de la mesa como resorte y comenzó a gritar.

–Cómo van a servir piña, quieren que seamos piñas en el clásico, que lo cambien por duraznos.

El clásico terminó empatado. A fin de año, Alianza no entró a la liguilla y Cubilla fue reemplazado por ‘Pitín’ Zegarra. Sin embargo, los duraznos al jugo se convirtieron en el postre oficial y Alianza estuvo hasta febrero del 83 sin perder con Universitario. Fue la mejor racha ante su tradicional rival.

Fuente: El Comercio

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